Soldaron la reja de acceso a oficinas para evitar que empresa continúe retirando materiales y equipamiento desde el recinto y presionar para el pago de sus facturas.
ANGOL.- Los problemas que tienen las obras de la Avenida O’Higgins y Dillman Bullock continúan agudizándose, manteniendo así la incertidumbre respecto a si estos trabajos continuarán o no, situación que ninguna autoridad a sido capaz de confirmar hasta el momento.
En este contexto, algunos de los pequeños y medianos empresarios angolinos afectados por el no pago de sus facturas por parte de la Constructora Claro Vicuña Valenzuela, CVV, deuda que suma más de 400 millones de pesos, llegaron esta tarde hasta el acceso de las oficinas donde funciona la empresa, justo frente al semáforo de O’Higgins con Isabel Riquelme, para proceder a cerrar con soldadura el portón de ingreso al recinto y evitar que la companía continúe sacando materiales y equipamiento.
PRESIONAR
La idea fue manifestarse y presionar para que la constructora se haga cargo de la millonaria deuda que tiene con ellos. Asimismo, aseguraron que CVV ya desalojó sus oficinas, situación que los tiene indignados, debido a que con ello están cerrando todas las puertas a la posibilidad de cancelar la deuda que tiene con los prestadores de servicio y dando una clara señal que las obras definitivamente no continuarán.
Incluso, los acreedores de CVV se están organizando para contratar a un abogado y realizar una demanda conjunta para poder cobrar lo que se les debe, debido a que aseguran que han tenido un enorme perjuicio económico.
Así, el panorama de las obras no es para nada claro y halagüeño hasta ahora, puesto que a los problemas de los acreedores se suman la denuncia de los trabajadores de la empresa que acusan el no pago de sus remuneraciones, así como también una importante deuda previsional que tendría CVV con ellos.