Preocupación por situación de hombre que está en el más absoluto abandono. Hasta ahora la institucionalidad pública no ha podido resolver su dramática situación.
ANGOL.- En el más absoluto abandono se encuentra un adulto mayor, quien ha vivido por más de tres años al interior de un pequeño auto en plena vía pública, a solo un par de cuadras del centro de esta ciudad. Se trata de Patricio Narciso Manuel Durán González, de 72 años, quien llegó hace tiempo a esta comuna, proveniente de San Fernando, en la Región de O’Higgins.Malleco7 conversó el viernes con don Manuel, como es conocido por los vecinos. Era mediodía y aún dormía en el pequeño auto Fiat de color rojo, el cual lleva 3 años estacionado en el mismo lugar, lo que se evidencia con una planta que crece sin mayores problemas junto a la puerta del chofer, entre las grietas del cemento de la calle.
PRECARIA
Bastó sólo un toque al vidrio para que despertara un poco asustado. Sus ojos claros reflejan cansancio y el paso del tiempo, lo mismo que su enmarañada y frondosa barba blanca, la que en algo evita que se note tanto el escaso pelo que aún le queda en su cabeza. Una casaca de color café, que parece de cuero, y una frazada sucia gris, manifiestan la precaria situación en la que vive esta persona, quien está acompañada permanentemente de dos perros que duermen afuera.
Luego de mirar por unos instantes bajó el vidrio manualmente y preguntó con quién hablaba. Después de las presentaciones, señaló que antes trabajaba como comerciante y que tenía un puesto en el sector del centro, junto a quien habría sido su pareja. No puede explicar bien cómo llegó a la calle, sólo señala que lo hizo hace tiempo en el mismo lugar donde está ahora, en Jarpa entre Manuel Bunster y Chorrillos, donde llegó con una camioneta y un auto. La camioneta la vendió y el auto lo cambió por el que está viviendo ahora.
NO HA ACEPTADO APOYO
Dijo que no tiene familia en Angol y que no ha recibido ayuda estatal ni municipal; reconoce que es alcohólico, “pero ya lo estoy dejando, porque no he tomado nada esta mañana”, explicó. Dijo que quiere irse de allí o volver a San Fernando, pero los vecinos señalan que desde la Municipalidad le han ofrecido apoyo, pero que él se ha negado, “porque quiere vivir solo”.
Una fea tos indica que su salud no está bien; sin embargo, pide un cigarrillo para seguir hablando. Cumple con sus necesidades biológicas en cualquier parte y horario, lo cual es confirmado por quienes ahora son sus vecinos, quienes piden la intervención de las autoridades. “En el lugar donde vive las condiciones sanitarias no son las adecuadas y en cualquier momento le puede pasar algo y nadie se va a dar cuenta”, explican.
Mientras don Manuel habla, sin salir del auto, emana un fuerte olor, casi insoportable. Al observar al interior del móvil se puede apreciar que el único espacio disponible es el asiento del chofer, porque en los demás hay de todo: ropa sucia, envases de licores, sándwich de mortadela (llenos de moscas y hormigas) y platos desechables en los que les van a dejar comida, entre otro desechos.
Los vecinos dicen que don Manuel no molesta, pero que están preocupados por su condición de salud.
DIDECO
La asistente social de la Dirección de Desarrollo Comunitario, Dideco, de la Municipalidad, Mercedes Zapata, señaló que se ha visitado a don Manuel en varias ocasiones y que el año pasado se le invitó a ir al albergue y lo rechazó; “luego se le ofreció ingresar a las viviendas tuteladas, pero tampoco aceptó”.
Agregó que “no tenemos la potestad del Estado para obligar a alguien a salir de su condición, es decir, con toda la buena voluntad del mundo, si queremos ayudar al señor no podemos sacarlo del auto y llevarlo a un lugar si él no tiene la voluntad de hacerlo, a menos que haya un documento que diga que la persona está interdicta”.
La profesional dijo que se van a buscar otras alternativas que permitan dar una solución al problema, donde se involucre al sistema de salud para ver si presenta alguna patología mental o dependencia del alcohol.