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Agricultores que sufrieron brutal atentado en Angol ven muy difícil volver al campo

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Sergio González habló de graves consecuencias que aún padecen por disparos de escopeta; dijo que les destruyeron 40 años de trabajo, que sufren desarraigo y cree que autores en su mayoría no eran personas mapuches.

ANGOL.- Producto del criminal ataque que el agricultor Sergio González Jarpa y su esposa, Karen Poggini, sufrieron en su predio San Sebastián, en la Colonia Lolenco, en Angol, el 16 de septiembre del año pasado, donde resultaron con graves lesiones por disparos de escopeta y les quemaron su casa y todas sus pertenencias, destruyéndoles lo que habían construido en 40 años, las víctimas, que hoy viven en la Región Metropolitana, ven muy difícil la posibilidad de volver a reconstruir sus vidas en ese sector rural.

Sergio González Jarpa, (70) y Karen Poggini (59) participaron el sábado pasado en los Diálogos Interculturales organizados por la Comisión Presidencial Para la Paz y el Entendimiento, que se efectuó en el Liceo Enrique Ballacey, en Angol, donde al terminar el encuentro el agricultor dialogó con Malleco7.

Aquí dijo que existía un 80% de improbabilidades de que puedan volver a reconstruir en su fundo San Sebastián, porque creen que la gran mayoría de quienes lo atacaron ese fatídico 16 de septiembre no eran personas mapuches y podrían volver a hacerlo.

GRAVES LESIONES

Dijo que el ataque que sufrieron fue tan duro que no tienen esperanzas de volver, recordando las traumáticas heridas que sufrió su esposa. “Mi señora recibió impactos en la cara te das cuenta, de perdigones, quedó muy choqueada; a mi señora le dispararon al hombro izquierdo y le saltaron los perdigones a la cara, le sacaron más de 10 perdigones de la cara, chorreaba la sangre, y más aún, por los anteojos de policarbonato que tenía rebotaron, si hubiera tenido cristales le entran por las cuencas y la matan”, dijo Sergio González.

Respecto de las heridas que sufrió él, dijo “todavía tengo problemas en la pierna, todavía tengo perdigones, tengo coágulos, llevo más de 3 meses con anticoagulantes, es un problema, uno no sabe si el coagulo se va a cualquier lado y uno muere en un rato”.

DESTRUCTOR

El atentado tuvo consecuencias devastadoras para todo lo que habían construido como familia, dijo el agricultor. “Todo lo que nosotros construimos durante tantos años, más de 40 años; teníamos los animales para la vejez y todo un manejo de crías y todo lo demás, y tuvimos que venderlo al mejor postor para poder sobrevivir en lo que pudiéramos más adelante, entonces es complejo”.

A todo esto hay que sumar el desarraigo que la familia de agricultores vive hoy en día al residir en la Región Metropolitana. “Lo cual es tremendo porque tú te desarraigas completamente, yo no me acostumbro a Santiago, mis hijos tampoco, mi señora tampoco, echamos de menos todo, pero así es la vida”.

NECESIDAD DE JUSTICIA

Sergio González dijo que esperaba que la justicia sancione a quienes efectuaron este gran nivel de daños. “La justicia es algo tan relativo, porque cuando se atacan a las personas no hay justicia que valga, pero sí me encantaría que aquellos que no son mapuches recibieran su castigo”.

En el lugar del atentado fue dejada una pancarta que hacía referencia al comunero mapuche Jaime Mendoza, Collio, quien fue asesinado por un disparo policial en agosto de 2009, luego que carabineros efectuara un desalojo del fundo San Sebastián.

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