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Cecilia: la visita de “mamá rock”

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Por Wellington Rojas Valdebenito, escritor y crítico literario 

En los inicios de los años sesenta escuchábamos las canciones de Elvis Presley, Dean Reed, Neil Sedaka, Paul Anka, Brenda Lee, The Platters, The Four Aces, Connie Francis, Perry Como, Frank Sinatra, Dean Martin, Steve Lawrence, Frankie Lane y tantos otros. Un día de 1960 compramos un disco single 45rp del sello Rca Victor que contenía dos temas: No apuestes cariño y Muchacha triste y solitaria interpretados por el conjunto Los de Tomé. En ambos temas se podía identificar claramente la voz de la solista la cual pertenecía a una joven intérprete llamada Cecilia Pantoja Levi (1943). Estábamos ante la presencia de una artista que, curiosamente, como muchos de su generación,  no seguía el modelo establecido, en ese entonces, por la música norteamericana.

En 1962 Cecilia inicia su carrera como solista. Según su productor artístico, Rubén Nouzeillies se trataba de una voz “única, incomparable”. Su repertorio musical se nutría de una variedad de géneros que van desde el rock and roll, el tango europeo, mambo, bolero, la canción melódica italiana y el neofolklore.

Su debut discográfico en 1962 fue con el tema Uno de tantos, una antigua composición italiana que contó con una adecuada orquestación de Valentín Trujillo. La cantante tenía sólo 19 años. Al reverso del disco aparecía el tema Quiero vivir, un twist de su autoría. La canción fue un adelanto de lo que más tarde sería su talento autoral y su capacidad interpretativa. En ese tema era la primera vez que se escuchaba a una cantante juvenil chilena cantando con las frases vocales propias del rock, fraseos a manera de queja, acompañados con una voz con características sensuales.

El año 1963 marca definitivamente el despegue de una carrera de éxitos que acompañaría a la cantante hacia la década del 70. En ese año graba Se ha puesto el sol, un tango italiano; La media luna, una balada twist, ambos con la orquesta de Luis Barragán. Luego vendría otro popular tema italiano Tango de las rosas, canción popularizada en la voz de la actriz italiana Anna Foueuez. Al otro lado del disco aparecía la canción compuesta por Cecilia Trata de amarme un poco, un twist que fue bastante escuchado en las radios. Luego vendrían otros éxitos como Un día de sol, Puré de papas, Amor mon amour my love, Es la nostalgia, Dilo calladito, último baile y Baño de mar a medianoche. A estas alturas, la voz de la jovencita de Tomé era ya un fenómeno nacional. Había sido elegida como la cantante del año y sus canciones se escuchaban en todas las radios de norte a sur del país.

Mayo de 1964. Los carteles que anunciaban las películas que diariamente exhibía la pantalla del teatro Rex de Angol, cambiaron el afiche por otro cartel que anunciaba que en los próximos días se presentaría un espectáculo denominado El Show de Cecilia. El evento artístico era uno más de los shows que anualmente recorrían las principales ciudades del país en maratónicas giras en las que un grupo de cantantes de moda y otros que habían triunfado en otras épocas, se organizaban en empresas artísticas para actuar en “vivo” en lugares donde las canciones sólo llegaban por medio de las transmisiones radiales.

El espectáculo de la intérprete tomecina era anunciado en un afiche que decía El Show de Cecilia… Canciones y Carcajadas y en él, aparte de la cantante de moda, actuaban Fresia Soto, el duo cómico-musical Las chinitas y el guitarrista Nano Vicencio. La verdad es que la llegada hasta Angol de la “cantante del año”, estuvo marcada por la expectación de cientos de admiradores que, días antes de su arribo ya habían comprado todas las entradas para las dos funciones programadas: vermout y noche.

La caravana artística llegó en un bus que para su época era considerado “casi moderno”. La verdad es que contaba con muy pocas comodidades y  los cantantes, en algunos casos, debían pasar semanas recorriendo el país en aquellas recordadas giras artísticas.

El bus con los artistas arribó a Angol en horas de la mañana. De inmediato nos dirigimos al Hotel Plaza, único establecimiento en la ciudad que merecía ese nombre. En ese año 1964 me encontraba cursando el primer año de humanidades en el Instituto Comercial de Angol. Junto con un grupo de compañeros nos pusimos de acuerdo y decidimos no asistir a clases para ir a esperar la llegada de Cecilia.

Nuestro afán por ver a la estrella de la canción tuvo sus frutos. De partida fuimos los primeros en saludarla a la bajada del bus. No contentos con aquello fuimos al hotel y decidimos esperarla hasta que bajara a almorzar, donde también compartimos con Fresia Soto, quien viajaba con una celosa mamá que no la abandonaba ni por un minuto. Mientras Cecilia almorzaba, Fresia Soto se unió a un grupo de admiradores y cantó a capellla La Bamba y Corazón de melón.

Después vino la clásica solicitud de autógrafos. Llevamos sus discos incluyendo aquel grabado con Los de Tomé y en todos ellos, Cecilia, amablemente nos escribió hermosas dedicatorias.

En horas de la tarde, la artista, acompañada por varios jóvenes llegó hasta los estudios de CD 63 Radio Arauco, la única radioemisora existente en Angol en esos años. Allí fue recibida por el locutor de turno y su propietario don Julio Abasolo, quien inició una interesante conversación con la artista, la cual fue transmitida en directo. Las palabras de ambos eran intercaladas con canciones de Cecilia. Todo ello acontecía en una sala repleta de público entusiasmado que asistía a tan inusual presentación. En un momento el tocadiscos empieza a girar y se escucha Tango de las rosas. A los primeros a acordes, sin dudarlo un instante, Cecilia toma del brazo a don Julio Abasolo y ambos comienzan a bailar un tango de antología. Los sones de la vieja canción italiana interpretada por la potente y melodiosa voz de la cantante tomecina se dejan de escuchar, entonces todos los que estábamos allí presenciamos esa maravillosa escena. De inmediato, espontáneamente comenzamos a brindarles a tan inusual pareja el más sonoro de los aplausos. (Fotografía de Cecilia Pantoja Levi www.eldesconcierto.cl)

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