Tres sujetos atacaron directamente el único ojo sano que tenía el técnico eléctrico. Carabineros halló sangrando a la víctima, quien ese día cumplió 36 años.
ANGOL.- Una agresión cruel, malsana y criminal padeció el sábado un vecino cuando regresaba a su casa en el sector Coñuñuco, después de un encuentro familiar en la población Javiera Carrera, quien fue atacado por sujetos que con una botella quebrada lo hirieron gravemente en el único ojo que tenía sano.
LA VÍCTIMA
Los hechos afectaron a Carlos Abel Rojas Rojas, padre de dos hijas de 7 y 10 años, quien este sábado, el día de la agresión, cumplió 36 años; él en la noche del viernes estuvo con su hermana Yesenia Rojas y otros familiares compartiendo en una vivienda de la población Javiera Carrera y cuando regresó a su hogar, muy cerca en Coñuñuco, fue agredido en la calle Freire por tres sujetos, quienes atacaron su cara y especialmente el ojo que tenía sano con una botella quebrada. La visión del otro la había perdido producto de lesiones que sufrió en un accidente vehicular hace años.
Yesenia Rojas contó este medio de comunicación que se vino caminando con su hermano, pero luego se apartaron porque ella tomó locomoción hacia la villa Dillman Bullock, donde vive con su familia, y él siguió hacia su hogar en Coñuñuco, donde vive con la madre de ambos; agregó que a las 6:20 de la mañana carabineros lo halló sangrando profusamente en la calle Freire, por lo que fue derivado por el Samu al servicio de urgencia del hospital.
La hermana dijo que alrededor de la 7 de la mañana le informaron a su madre que Carlos Rojas había sido apuñalado, pero más tarde tuvieron precisión de lo ocurrido y supieron que lo tendrían que derivar a un hospital especializado en Santiago.
Yesenia Rojas puntualizó que como el sábado no había un paramédico disponible en el hospital de Angol para acompañar en el viaje a Santiago a su hermano, permaneció en el centro asistencial local todo el día, donde lo estuvieron acompañando, viajando ya en la noche, por lo que arribó a la capital este domingo. Aquí, a las 9 de la mañana fue evaluado en el Hospital El Salvador, para luego entrar a pabellón en el Hospital San José.
PIDIO JUSTICIA
Los agresores de Carlos Rojas -dijo que su hermana- saben la bestialidad que hicieron perjudicándolo de por vida. “Yo creo que la gente que lo hirió sabe lo que hizo, y con qué propósito y el daño, porque mi hermano es un padre de dos hijas, trabajaba con esa vista, no vivía de una pensión, y trabajaba como técnico eléctrico; trabajó en Santiago y hace poco había vuelto a Angol y le jodieron su vida”.
“Yo pido justicia con mi familia por esta agresión, por sus dos hijas que tiene, que él era el sustento del hogar, mis padres y yo estamos quebrados porque esto no puede pasar en Angol, no puede pasar que cualquier persona vaya y le quite una vida, un futuro, que haya tanta maldad. Que esto no quede como una riña callejera, porque no fue eso, porque los que hicieron esto sabían que mi hermano contaba con una vista y se fueron directo a dañar lo único que él tenía”, dijo finalmente la hermana de Carlos Rojas.