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El espejo quebrado

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Por Coché Fuica SM.,  vecino, profesor y cantor

A poco menos de un mes de comenzar las conmemoraciones por los 50 años del golpe de estado* en nuestro país, he estado revisando el material filmográfico de la época. Películas de ficción y otras documentales realizadas entre 1970 y 1973, la mayor parte de ellas en blanco y negro, aunque igualmente hay piezas a color; y para hacerlo como corresponde he estado leyendo y siguiendo el hilo conductor que propone el profesor y estudioso del cine chileno Alfredo Barría Troncoso en su libro “El Espejo Quebrado: Memorias del Cine de Allende y la Unidad Popular”. Una de las primeras cuestiones que se desprenden de la lectura y de la revisión de las cintas es que el Cine, por su especial característica como expresión artística en cuanto a trabajar con la imagen, recoge, captura la esencia de la época: el vestuario, los vehículos, la música, la arquitectura, etc. Tanto por economía como por decisión y estilo de l@s realizadores, es un cine sin locaciones artificiosas ni multitudes de “extras”, que se hace directamente, entregando a l@s actores gran parte del desarrollo del guión, en una expresión (otra más) del espíritu de creación colectiva propio de aquella época y en particular de aquel proceso histórico. Al igual que otras expresiones artísticas, el Cine contó con todo el apoyo e impulso del nuevo gobierno. La empresa Chile Films fue nacionalizada y fue el ya reconocido cineasta Miguel Littín (“El Chacal de Nahueltoro” 1969) su primer director en esta nueva administración.

Grandes nombres surgen y se repiten tanto en el libro como en las muchas cintas que éste reseña: Los directores o realizadores Aldo Francia, Helvio Soto, Silvio Caiozzi, Pablo de la Barra, Sergio Castilla, el matrimonio de Jorge di Lauro y Nieves Yankovic, “el curita” Rafael Sánchez, Douglas Hübner, Carlos Flores del Pino, Fernando Balmaceda, el propio Littín, el montaje en casi todas de Pedro Chaskel y, capítulos aparte en el libro, para las obras de Raúl Ruiz y de Patricio Guzmán. Los actores y actrices Luis Alarcón, Marcelo Romo, Delfina Guzmán, Mónica Carraco, Patricia Guzmán, Jorge Guerra, Rafael Bustamante, Héctor Noguera, Nelson Villagra, entre otros tantos, se reiteran en los créditos de muchas de estas cintas. En cuanto a los soportes técnicos para la producción de películas, a la ya mencionada Chile Films hay que agregar los ya existentes Departamentos de Cine de la Universidades de Chile y Católica, sumándose en este período el de la naciente UTE Universidad Técnica del Estado y otro desde la CUT Central Única de Trabajadores, más algunas productoras independientes como Emelco.

La fuerza que tienen las imágenes que, tal como señala el aserto popular “valen más que mil palabras”, convierte estas piezas de cine en un patrimonio invaluable al momento de querer conocer y entender la historia del período y, por lo mismo, fueron objeto de una fuerte represión en aquellos aciagos días del golpe y en los largos años de dictadura. De hecho, Chile Films fue bombardeado y allanado tal como se hizo en La Moneda, en la UTE y tantos otros lugares, incluso en la mismísima casa del Presidente, por lo que muchas de estas películas, y otras anteriores, se perdieron para siempre. Pero otras tantas se salvaron al ser sacadas del país por sus propios realizadores, también exiliados, y las veremos a partir de Septiembre en el Centro Cultural. Atent@s !!!

FIN.

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