Estudios realizados a nivel nacional, revelan que entre 21,4% y 25,5% de las personas de 60 años y más presentan dificultad en la realización de actividades de la vida diaria (3, 4) y un 10,7% discapacidad severa (5). En relación a la prevalencia de personas mayores postradas, el Ministerio de Salud estima que un 3,3% de adultos mayores se encuentran en dicha situación. Estos antecedentes reflejan uno de los principales desafíos del envejecimiento poblacional, la dependencia genera un alto impacto tanto en la calidad de vida de las personas que la padecen como para quienes están a cargo de sus cuidados, así como altos costos para el sistema de protección social.
En la comuna de Angol el 79,1% de las muertes ocurren en mayores de 50 años (indice Swaroop) con mayor porcentaje de mujeres que varones en ese rango etario (esto según cifras del DEIS – MINSAL año 2014) y las enfermedades que aquejan con fuerza creciente a los Adultos Mayores son en alto grado la Hipertensión Arterial y la Diabetes. El colesterol por sobre los niveles aceptables nos indican que el sedentarismo y la malnutrición por exceso o por sus altos índices de grasas o azúcares están provocando muertes por trombosis o accidentes cerebrovasculares.
La esperanza de vida al nacer según INE para el quinquenio 2015 – 2020 está alrededor de los 79 años en población general más bajo en varones más alto en mujeres (en una diferencia de 5 años).
El 63% de los adultos mayores en Chile manifiestan preocupación por la situación de dependencia de otros según encuesta nacional de calidad de vida 2016.
Todo lo anterior nos dice lo siguiente, VIVIMOS MÁS, pero no siempre con CALIDAD DE VIDA. Existen una buena parte de nuestros ancianos, (Padres, Tíos, Abuelos) que han quedado solos, con todos los riesgos que ello implica. Y por sobre todo, el CÓMO llegas a la vejez es una cuestión de tu presente como joven o adulto joven.
Por situaciones del ciclo de la vida que me ha tocado vivir en carne propia sé que junto a cada Anciano o Anciana, postrado o dependiente, hay un cuidador que también requiere cuidados, parece una paradoja, sin embargo los familiares o parientes que asumen como cuidadores de estos adultos mayores tienden a enfermar, especialmente frágil es la situación de su salud mental. Lo único que los mantiene es el AMOR a sus seres queridos, a veces, los sentimientos de deuda, gratitud o hasta culpa, pero básicamente el AMOR.
La distribución demográfica ha ido cambiando drásticamente en Chile, menos nacimientos y una esperanza de vida más larga. Se requieren planes efectivos de apoyo no solo a los Adultos Mayores, sino a aquellos que asumen su cuidado. No se considera válida la razón de ausentismo laboral asociada a este cuidado. Las últimas convenciones de Derechos Humanos relacionados al envejecimiento hablan de dignidad, de acogida y de protección para la tercera edad. ¿Cuánto de aquello está haciendo nuestro país?
Simplemente saludar afectuosamente a aquellos que ponen su paciencia, su amor y sus manos al cuidado de quienes les dieron la vida o los cuidaron a ellos. Un gran abrazo y a renovar las fuerzas, el amor y la esperanza.