InicioColumnistasImplicancias del voto nulo y blanco en la elección del domingo

Implicancias del voto nulo y blanco en la elección del domingo

Contacto comercial: malleco7comercial@gmail.com

Por Macarena Roa Medina, abogada, ambientalista y feminista.

El pasado 07 de mayo se realizaron las votaciones para elegir a quienes integraran el consejo constitucional, donde votaron 12.484.109 de electores, resultando un 16,9% de votos nulos, equivalente a 2.119.506, y un 4,56% de votos blancos equivalente a 568.673.

Para mayor entendimiento, hay que tener presente que los votos nulos o blancos son denominados no válidamente emitidos, y que no se consideran en el total de votos válidamente emitidos. Existe una creencia, que estos votos se suman a la mayoría o que cierta cantidad de porcentaje de votos blancos anulan la votación, sin embargo, esto no es efectivo.

Además, si tomamos en consideración los resultados de las elecciones, la cantidad de votos que obtuvo cada lista, podemos percatarnos que los votos nulos y blancos obtuvieron el tercer lugar, superando a cuatro listas formadas por conglomerados políticos bastante conocidos.

Ahora bien, si analizamos elecciones anteriores, podemos percatarnos que se incrementó de forma exponencial esta opción de votar nulo, en comparación por ejemplo con las elecciones del 25 de octubre de 2020 y del 04 de septiembre de 2022, donde el voto nulo alcanzo la cifra de 27.637 y 200.881 respectivamente. Por lo que cabe preguntarnos, ¿qué llevo a la ciudadanía a votar de esta forma?, y para poder intentar dar respuesta a esto debemos entender que previo a estas elecciones prevalecía el cansancio, la frustración, la desinformación y por sobre todo el descontento, además debemos sumar otras prioridades y urgencias que tenían los electores, como ejemplo la seguridad.

A nivel general, los nulos se explican por dos factores: un voto de castigo o desgaste. Intentar caracterizar la postura ideológica del votante nulo es compleja, para algunos se trata de ese votante del Apruebo que, desencantado, concurrió a las urnas, otros apuestan que se trata de votantes del Rechazo, quienes, también cansados, buscaban evitar volver a que se diera el debate frente a una opción que ya desestimaron.

A mi parecer, votar nulo es válido, pero poco estratégico, y terminó siendo favorable para cierto sector político que acabó con mayoría y derecho a veto, impidiendo de esta forma generar una discusión y un equilibrio en esta balanza política. Además, quienes optaron por el voto nulo o blanco manifestaron un descontento popular, sin embargo, debemos tener presente que a nadie le interesa, y es por aquello, que personalmente decidí votar eligiendo una opción, distinta al voto blanco o nulo, ya que si lo hacía dejaba en manos de terceros mis convicciones, y además porque un voto de estas características tiene el mismo efecto que la abstención, es decir, carece de incidencia en quienes serán electos. Y, en definitiva, el momento para expresar nuestro descontento no era ahora, sino al aprobar o rechazar en el plebiscito de salida.

Es por lo anterior, que estimo que estos resultados sin tener en cuenta que sector político resulto victorioso tienen bastantes interpretaciones, y que se debe considerar para futuros procesos, a fin de evitar que se transforme en una constante en una nueva elección.

 

Quizá te interese leer