Entrega educación a niños y niñas que por enfermedad y tratamiento no pueden asistir a sus colegios. Trabaja con modalidades sala cama, domicilios”y aula hospitalaria. Tiene excelencia académica otorgada por el Mineduc.
ANGOL.- La educación de los niños y niñas es un derecho irrenunciable. Este es el principio que aplican en la Escuela Hospitalaria Angol, que tiene una matrícula de 13 menores, quienes por sus enfermedades y tratamientos médicos no pueden asistir presencialmente a los establecimientos en que están matriculados, por lo que en ésta participan de aprendizajes compensatorios hasta que puedan reintegrarse a sus colegios.
DESDE EL 2019
Danileth Garcés Ortega, educadora diferencial y directora de esta Escuela, que tienen sus aulas en el edificio del antiguo Hospital de Angol, señaló a Malleco7 que la iniciativa partió en septiembre de 2019, pero en marzo de 2020 y gran parte del 2021 dejó de funcionar presencialmente por la pandemia, modalidad que se retomó en septiembre del año pasado y con regularidad en marzo de este año.
Contó que trabajan con niños y niñas que están en tratamientos ambulatorios, transitorios o por largo tiempo y por estas situaciones no pueden asistir a sus escuelas.
Lo ejemplifica con un menor que pudo sufrir una fractura y que requiera una recuperación de entre uno y tres meses, por lo que es derivado por su médico tratante a la Escuela Hospitalaria, desde la cual asisten a su domicilio, trabajan con su colegio y compensan la educación que no recibirá hasta reintegrarse a éste.
TRES MODALIDADES
La educadora agregó que la Escuela Hospitalaria Angol tiene tres modalidades; “sala cama”, en la cual acuden a los distintos servicios del hospital, por ejemplo Pediatría, UTI Pediátrica y Uhcip (siquiatría infanto adolescente) para trabajar con los menores hospitalizados; “domicilios”, donde acuden a las casas de los niños pacientes, como hoy lo hacen con dos que presentan parálisis; y “aula hospitalaria”, que es presencial en las dependencias del antiguo hospital. En ésta actualmente están la mayoría de los 13 menores matriculados.
La educadora señala que los padres están muy contentos con esta Escuela Hospitalaria, que es nueva y poco conocida en Angol y recalca que es compensatoria, ya que “en ningún momento pretendemos reemplazar a las escuelas regulares, sino que mientras dure su proceso de tratamientos los chicos tienen que tener el derecho a la educación independiente de su condición de salud”.
Si los padres están contentos, sus hijos también, ya que en esta Escuela Hospitalaria “los preparamos para una posible alta médica, para que ellos puedan reinsertarse de la mejor manera a un establecimiento regular”, dijo Danileth Garcés.
TRES EDUCADORAS
La Escuela Hospitalaria cuenta con dos educadoras diferenciales y una profesora general básica, perteneciendo a la Fundación Educacional Francisco Fabián Espinoza, que tiene instancias similares en los hospitales de Temuco, Victoria y Los Ángeles.
Esta Escuela trabaja con el currículo nacional, con textos de estudios y en directa relación con los colegios donde están matriculados los menores; si el tiempo que los niños están sin poder asistir a estos establecimientos es largo, la Escuela les toma pruebas y envía informe de nota a los mismos.
Por último, la directora agregó que han podido hacer un muy buen trabajo con el Colegio San Francisco, Escuela Villa Huequén y el Liceo Juanita Fernández Solar, de donde han sido los alumnos que han tenido, por lo que agradeció esta cooperación.