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Luis Mesina de “No más AFP”: proyecto del gobierno es más de lo mismo

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El dirigente nacional habló con Malleco7 en su visita a Collipulli, donde señaló que con el 4% adicional con cargo al empleador y con la baja rentabilidad de los fondos de pensiones, éstas seguirán siendo míseras. Dio razones para terminar con AFP, creadas en dictadura para favorecer el mercado de capitales. 

MALLECO.- Luis Mesina, vocero de la Coordinadora Nacional “No más AFP”, cuestionó categóricamente en su visita a Collipulli el proyecto de reforma al sistema de pensiones del gobierno de Sebastián Piñera, planteando que tiende a favorecer a la gente en el tramo de 85 años y más cuando hay pocas expectativas de vida y que quienes se jubilen a largo plazo recibirán pensiones aun más míseras que las de hoy, esto porque con el 4% de cotización adicional con cargo a los empleadores y considerando la baja rentabilidad proyectada de los fondos de pensiones, de no más de 3,5 %, será imposible que éstas mejoren.

EL PRINCIPIO

Malleco7 dialogó con Luis Mesina en la sede del Colegio de Profesores de Collipulli, donde fue invitado por la Mesa Público Privada de esta ciudad; aquí planteó que la propuesta de “No más AFP” se inspira en un principio básico, que es el de reparto, en el cual las cotizaciones de los activos pagan las pensiones de los pasivos, el mismo principio aplicado en Europa, Canadá, EE.UU., Brasil, Argentina y Japón y en general en los países de la Ocde.

Mesina reconoce que se producen problemas en los sistemas de reparto cuando el flujo de capital que ingresa no alcanza para pagar las pensiones de los pasivos, esto en los cambios demográficos, frente a lo cual los países desarrollados que mantienen la seguridad social hacen cambios paramétricos, como aumentar en un par de años la edad de jubilación para que no se genere tanto egreso de capital, aumentar ciertas contribuciones y entre las fundamentales, para que el Estado garantice a las personas el derecho inalienable de vivir dignamente la vejez, generan políticas tributarias para gravar al capital, especialmente al financiero.

Agregó que quienes tienen el poder han hecho campañas basadas en sofismas deleznables, diciendo que el sistema de reparto está quebrado, lo que es falso porque lo administra el Estado.

LA PROPUESTA

Las AFP administran una acumulación de capital producto de las cotizaciones de los afiliados que hoy alcanza los 217 mil millones de dólares, -agrega Mesina-, invirtiendo poco más del 40% en el extranjero, y la propuesta de “No más AFP” consiste en un sistema de reparto tripartito con un Fondo de Reservas Técnicas que contenga este capital para ser administrado por un organismo público que podría ser el IPS, que paga las pensiones a 160 mil personas en el antiguo sistema, el cual debería tener más atribuciones y ser autónomo de los gobiernos para recaudar las contribuciones, pagar las pensiones y capitalizar el ahorro acumulado, esto “para rentabilizar el capital acumulado y evitar que decrezca”.

“Tenemos más 217 mil millones de dólares acumulados en los fondos de pensiones y se da la paradoja de que esa plata sigue creciendo mientras las pensiones siguen decreciendo, ¿por qué?, porque este sistema no fue concebido para pagar pensiones, fue concebido, y lo han dicho impúdicamente, para el desarrollo del mercado de capitales, que es el lugar donde se venden y compran  especialmente una mercancía muy importante, el capital”.

Mesina agrega que “No Más AFP” plantea efectuar un reconocimiento contable de lo ahorrado por los cotizantes y cuando lleguen a los 65 años esa será la base, “pero como nosotros tenemos una propuesta que le va a generar una pensión mucho más alta, la diferencia se la complementamos con el ahorro colectivo”.

MÁS DE LO MIMO

Para Mesina el proyecto de ley ingresado por el gobierno, cuya idea de legislar fue aprobada con votos de diputados DC, que aumenta en un 4% las contribuciones con cargo al empleador, es más de lo mismo, ya que a los hombres de 55 años y a las mujeres de 50 “no les llega por ninguna parte”.

Agregó que este 4% será gradual, pero la gente no debe equivocarse al pensar que será un aumento del 0,5 al dividir el porcentaje por 8 años cuando se completará para entrar en régimen, porque la iniciativa parte en 0,2, 0,3 y 0,4 %, “lo que significa todas las garantías para el mundo empresarial de parte del Presidente Piñera”.

Planteó que si este proyecto es aprobado comenzaría a implementarse el 2020, para entrar en régimen el 2028, para esperar un ciclo íntegro de 40 años hasta el 2068, y con una mirada simple se podría pensar que al tener un 4% más de contribución habrá un 40% más de pensión, pero no es así porque éste no es el único factor, planteando que el elemento que determina las pensiones es el comportamiento del ahorro individual sobre la base de la rentabilidad del capital, y resulta que el gobierno hizo sus proyecciones de este 4% adicional sobre rentabilidades del 4,5% y la economía mundial y nacional apenas están con problemas en el 3%.

El problema será agudo en el futuro porque la gente que hoy recibe pensiones míseras lo ha hecho con una rentabilidad del fondo de pensiones de más de 8% -agrega Mesina-, pero esta rentabilidad ha ido bajando sistemáticamente y en el mediano y largo plazo estará entre el 3 y el 3,5 % y los propios ministros de Hacienda de Bachelet y Piñera, Rodrigo Valdés y Felipe Larraín, han señalado que un punto menos de rentabilidad en un periodo largo de 30 años genera un 20% menos de pensión, “entonces la pregunta que hay hacerse es ¿si con 8,2% de rentabilidad en 40 años la gente se está jubilando con estas pensiones, quienes lo hagan en 40 años más, aunque sea con un 14 y no con 10% van tener pensiones mucho más miserables, nosotros ya sacamos esos cálculos”.

Puntualizó que si este 4% adicional si se mantiene en la lógica de la capitalización individual no genera ninguna garantía porque más del 50% de los chilenos gana menos de $400 mil pesos líquidos, el 83 % de los trabajadores tiene ahorrados en sus cuentas individuales menos de $50 millones, con lo cual los hombres a lo que podrían aspirar es a una pensión cercana a los 240 mil y las mujeres cercana a los 200 mil, un tercio menos que el sueldo mínimo.

Igualmente Mesina plantea que es falso lo que dice el gobierno de Piñera, de que este proyecto está enfocado en la clase media y en las mujeres, porque “para alcanzar cerca de 55 mil pesos, que es bastante, hay que tener sobre 85 años, pero además esa gente que va a acceder a esa pensión es de los estratos socioeconómicos más altos porque la gente más pobre se muere antes”.

MENOS CONTRIBUCIÓN

Planteó que las mismas autoridades de gobierno confirman que el sistema de AFP tienen que terminar cuando dicen que la gente tiene que ahorrar más, pero no pueden hacerlo porque la mayoría gana menos de $ 400 mil, y a esto se suma que los años de contribución están cayendo fuertemente porque la incorporación tecnológica destruye fuerza de trabajo y productivas y no depende de las personas tener empleo y salario digno, entonces cuando la sociedad es incapaz de entregar esto, “cuando Ud. llegue a viejo tiene que garantizarle una pensión decente”.

La propuesta de “No más AFP” no destruye el ahorro interno y no genera trastornos a las cuentas fiscales, es más, baja el actual costo que tiene el Estado en pensiones, agrega Mesina.

COSTO POLÍTICO

“No más AFP” tiene que aunar esfuerzos con otros movimientos sociales y movilizarse sí o sí para impedir que el proyecto del gobierno sea aprobado, dice Mesina, porque esta Coordinadora está planteando que el Pilar Solidario suba en un 20 y no en un 10%, porque $ 10 mil pesos no sirve, planteando que si los parlamentarios lo aprueban la gente tendrá el legítimo derecho a sacarlos de sus cargos, esto porque llevan muchos años profitando subsidiariamente de una representación que no merecen.

Para este profesor, el problema pasa porque los actores políticos han capturado el Estado para colocarlo al servicio de los intereses del gran empresariado, y no para satisfacer las demandas de las grandes mayorías, por eso plantea que hay una mirada ideológica al no querer terminar con las AFP, respondiendo al paradigma instalado del negocio y el lucro.

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