Milagrosa recuperación del pastor evangélico de la ciudad de Angol.
ANGOL.- Una milagrosa y evidente recuperación ha tenido el pastor Patricio Pincheira Ibáñez, líder de la iglesia Alianza Cristiana de Angol y capellán evangélico de Regimiento Húsares, quien ha luchado por varios meses contra una dolorosa enfermedad. El religioso, de 54 años, atribuye aquello a la fe en Dios, quien lo ha estado ayudando permanentemente, y al adecuado tratamiento médico recibido en la Clínica Alemana de Temuco donde está siendo tratado.
La última conversación que el pastor Pincheira tuvo con Malleco7 respecto a su enfermedad fue en diciembre de 2018, donde recién comenzaba a su proceso de recuperación de un cáncer gástrico que le había sido diagnosticado en abril de ese año. En una nueva entrevista, este sábado, luego de la ceremonia del celebración del Día del Reservista en el Regimiento Húsares, señaló que “la verdad es que desde ese tiempo hasta ahora mi recuperación ha ido progresando sustantivamente; yo doy gracias a Dios porque él ha hecho posible que yo tenga esta mejora”.
ASOMBROSA
Luego agregó que “los médicos que me atienden en la Clínica Alemana de Temuco han dicho que mi recuperación ha sido asombrosa; ciertamente, el tratamiento ha sido el adecuado, lo que se conjuga con la fe que tengo en Dios para que hoy me encuentre en un buen estado de salud”. Señaló que debe viajar cada 15 días a tratamientos de quimioterapia, indicando que ha sido un “proceso difícil de enfrentar” y aprovechó la oportunidad para “agradecer a la comunidad por el apoyo que me ha brindado, porque cada vez que recorro las calles veo las muestras de cariño de gente que me dice pastor estoy rezando por usted; eso me alienta a seguir avanzando, a seguir sirviendo y extendiendo la palabra de Dios en esta tierra”.
Explicó que “en términos médicos puedo decir que el tumor cancerígeno que tengo se ha reducido milagrosamente en un 80%, es decir de un 100% bajó a un 20% en tamaño; sigo en tratamiento como corresponde, pero extendiendo mi oración cada día a Dios para que esta recuperación, si él lo permite, sea total”.
DIOS ESCUCHA
Aseguró que “desde que supe de esta enfermedad nunca bajé los brazos, mantuve mi fe intacta en lo que yo podía hacer. Eso es muy importante y lo quiero transmitir para que la comunidad lo sepa, Dios sí escucha las oraciones y atiende a nuestras peticiones: él ha jugado un papel preponderante en mi vida”. Recordó que “cuando usted me entrevistó en diciembre, yo pesaba 47 kilos que ha sido mi peso más bajo; hoy alcanzo los 70 kilos que es mi peso normal”.
Al ser consultado por el mensaje que envía a quienes están sufriendo un proceso similar, señaló que “esta es una enfermedad que exige tener una actitud positiva en la vida; hay que tener esperanza, fe y convicción; hay que acercarse a Dios y aferrarse a él y también seguir las instrucciones médicas y los tratamientos adecuados”.
Finalizó diciendo que “hay que evitar que la enfermedad crezca y se empodere de uno; hay dar la lucha y batallar todos los días y para eso la fe es muy importante. Confíen en Dios, porque él sigue haciendo milagros en nosotros”.