Diálogo con Ramón Cayumil, quien efectuó charlas de cosmovisión mapuche en la Ufro Angol.
MALLECO.- Desde que el Estado de Chile invadió el territorio donde se desarrollaba el Pueblo Mapuche ha buscado su desaparición con la asimilación; no hay interculturalidad porque no hay una relación de igualdad y respeto entre las culturas de ambos pueblos; y en los últimos años ha detectado un resurgimiento de la identidad de esta nación originaria, fueron algunos de los planteamientos del profesor de educación intercultural bilingüe, Ramón Cayumil Calfuqueo, quien ha efectuado clases en escuelas y liceos de la región, y en diplomados de las Universidades de La Frontera y Católica de Temuco, quien el martes efectuó charlas de cosmovisión mapuche en el Campus Angol de la Ufro, donde dialogó con Malleco7.
DESDE LOS INICIOS
Para el profesor -originario de una comunidad de Imperial- desde que el Estado de Chile invadió este territorio ha sido racista y ha ejecutado políticas de asimilación y desaparición del Pueblo Mapuche, por ejemplo con la institución de la escuela, que desde un inicio buscó castellanizar y chilenizar a los mapuches y marginó los elementos propios de sus comunidades.
Por esto los mapuches han tenido que aprender los elementos de la cultura occidental, pero la gente de ésta ha desconocido la forma de vida de este pueblo. “Los mapuches hemos tenido que aprender los códigos, los valores, el idioma de la cultura occidental no mapuche, pero la sociedad dominante, la gente que no es mapuche, no ha aprendido mucho, sigue siendo monolingüe, monocultural, desconocen muchos elementos de la cultura, en general en todo este proceso se ha invisibilizado”.
“Puedes estar con una persona mapuche, pero no lo estás viendo porque están invisibilizados sus valores, su forma de pensar, de sentir la vida”, agregó.
LA ÑUKE MAPU
Al consultarle cómo entonces este pueblo ha sobrevivido, Cayumil plantea que son más de 200 años que llevan de contacto con el Estado de Chile y más tiempo en la larga guerra que mantuvieron con la corona española, y siguen resistiendo por la relación que tienen con la madre tierra o ñuke mapu, con todos los seres y energías que en ella habitan, lo que ha generado un modelo de ser humano que respeta y convive con la naturaleza, algo que en la cultura occidental no ocurre, porque en ésta “más bien se destruye, no respetan los ríos, los bosques, las aguas, los cerros, sino que son vistos como recursos, como un bien económico, en cambio para nosotros todo eso tiene un valor espiritual, un valor simbólico, de energías.”
Cayumil plantea que si bien la cultura mapuche se ha relacionado con la chilena, no ha sido en igualdad, sino en una relación de dominación sobre la de este pueblo originario, por lo que plantea que la interculturalidad está sólo en los discursos. “Debiera ser un diálogo más horizontal, donde ambas culturas pudieran dialogar en términos de igualdad, no de subordinación como se ha venido dando; se habla de interculturalidad, pero más bien en los discursos, porque en la práctica, en la vida cotidiana, no se está dando en ningún ámbito, falta mucho para avanzar en eso; la sociedad dominante no se abre tampoco a aceptar valores, conocimientos, de la otra cultura, más bien los desprecia e invisibiliza”.
AIRES DE CAMBIO
Respecto a cómo ve a futuro este problema, el profesor cree que hay aires de cambios, porque percibe un renacer de la cultura mapuche, sin embargo, no cree que la sociedad chilena vaya a aceptar esto fácilmente.
“Observo que en el mundo mapuche se está tomando más conciencia de ser mapuche, uno percibe que muchos niños ya no están renegando de su identidad, hay un despertar mapuche, ese fenómeno se está dando fuerte en las comunidades, en las ciudades con colectivos de jóvenes; en las comunidades se nota como en las ceremonias cada vez más jóvenes se están involucrando, se lo toman en serio con toda la mística mapuche, y están apareciendo las redes también, pero de ahí a que la otra cultura vaya aceptando… es un fenómeno súper lento de sensibilización en distintos ámbitos; la escuela es el espacio donde se puede, desde los niños, ir cambiando un poco la mentalidad, eso a la larga puede contribuir a que haya una relación más bien de interculturalidad”, cerró Ramón Cayumil.