De madrugada, sola y con un tornillo en su estómago llegó Mónica Navarrete al servicio de urgencias del hospital de Angol, luego de ingerir dicho metal, contenido en un pan de la colación entregada por su empresa.
Fue en el turno de noche que está trabajadora temporera, oriunda de Renaico, se atragantó con la pieza metálica, sin siquiera imaginar la naturaleza del objeto que bloqueó su garganta y se desplazó hacia su estómago.
Según relata, en medio de su desesperación, exigió atención médica a su jefatura, sin obtener una respuesta oportuna.
“Una compañera me ayudó cuando me quedé sin respiración, me estaba ahogando y después sentí como algo me raspaba la garganta hacia abajo. En el trabajo me dijeron que llamara a mi casa a ver si alguien me podía ir a buscar y final de tanto reclamar del dolor, me llevaron al hospital y ni siquiera me dejaron en la entrada, tuve que caminar dos cuadras”.
Tras pasar la noche en el hospital, los exámenes practicados evidenciaron la presencia de un tornillo de una pulgada que ya se había desplazado hacia su estómago y que posteriormente se alojó en su colon. Pero su desdicha recién comenzaba, ya que ese mismo día fue finiquitada por término de faena.
En esta situación, esta madre de 4 hijos, estuvo cinco días con el metal en su cuerpo, sin certezas de lo que ocurriría con su salud.
A meses de transcurridos los hechos, Mónica decide interponer acciones legales a su antiguo empleador, esperando que este tipo de situaciones no vuelvan a ocurrir a ninguna madre trabajadora.
Para el abogado laboralista, Christian Dulansky, “la trabajadora no tuvo acceso oportuno al protocolo de accidentes laborales y tampoco la empresa se cercioró de que los alimentos entregados cumpliesen con requerimientos de seguridad e inocuidad. Lamentablemente este tipo de casos de vulneración de derechos laborales son frecuentes en nuestro país, haciéndose indispensable que el Estado establezca un mecanismo que vele por trabajos dignos, que permitan a las personas desarrollarse de manera integral”.
Actualmente Mónica cuenta con un nuevo empleo, y se encuentra a la espera que la justicia se pronuncie y logre sentar un precedente en materia de derechos laborales.