En 1973 tuvo que dejar sus estudios. Para poder rendir la Prueba debió efectuar toda la enseñanza media en educación de adultos, en Purén; le gustaría estudiar trabajo social. “Nada es imposible”, dijo.
ANGOL.- Entre las 1.650 personas que rindieron la Prueba de Acceso a la Educación Superior, Paes, en Angol, en su mayoría jóvenes recién licenciados de cuarto medio, sobresalía Gladys Rivas Leal, purenina que la dio a sus 73 años, como una experiencia de vida y que le permitió demostrar que nada es imposible.
INTERRUPCIÓN DE ESTUDIOS
La señora Gladys el martes, en diálogo con Malleco7, luego de rendir la prueba de Comprensión Lectora en el local del Liceo Enrique Ballacey, se remontó más 50 años para contar que en 1.973 estudiaba interna en la Escuela Técnica de Temuco y cuando se produjo el Golpe de Estado, ella y muchos compañeros dejaron estudiar por miedo. “Tuvimos que regresar a casa, la mayoría de los compañeros nos regresamos, una que nos dio susto, tuvimos miedo, éramos muy jóvenes, yo tenía 17 años y mi mamá en tanto pudo nos fue a buscar”, dijo.
Esa interrupción de sus estudios se prolongó por gran parte de su vida cuenta la señora Gladys, primero porque mientras sus hermanos dejaban la casa familiar para irse a trabajar, a ella le tocó cuidar a su madre que enfermó; luego fue ella mamá soltera y su gran objetivo fue educar a sus hijos, iluminándose su rostro y sus ojos al contar que una es ingeniero comercial y el otro ingeniero en mecánica automotriz.
Luego su hija con su pareja fueron padres y la abuela estuvo ahí para ayudar a criar al niño; sin embargo, su sueño era terminar su enseñanza media y rendir la prueba de acceso a la universidad.
EDUCACIÓN DE ADULTOS
Gladys cuenta que aunque terminó segundo medio en la Escuela Técnica en 1972, hubo un incendio y se quemó su documentación, por lo que aunque podría haber logrado certificar la aprobación de primero y segundo medio, decidió efectuar toda la enseñanza media en la modalidad vespertina para adultos, en el Liceo María Aurora Guiñez, de Purén.
Fue así que el año pasado efectuó primero y segundo medio, y este año tercero y cuarto. Cuenta con orgullo que el año pasado tuvo 100 % de asistencia a clases, de lunes a jueves, de 19 a 23:50 horas. “Me sentía muy bien en el Liceo, me renovaba toda la energía, yo ando mucho en bicicleta, el año pasado nunca falté”, dijo.
UN SUEÑO
De esta forma ya había cumplido una parte importante de su anhelo, pero queda rendir la Paes. “Siempre fue un sueño que tenía por cumplir, así le puse yo, un sueño por cumplir”, dijo a Malleco7 cuando estaba en pleno proceso para hacer esto realidad.
“La Paes la rendí por una experiencia, yo gracias a Dios tengo mi situación, así que lo único que quiero es salir a pasear a donde mis familiares, y otro es que es una experiencia y una huella para dejarle a mi familia”, dijo.
Cuenta que cuando estudiaba en la Escuela Técnica quería ser trabajadora social, para lo cual dice tener vocación, lo que pudo probar con sus compañeros en la educación de adultos, en Purén, algunos de 35, 28 e incluso de 19 años.
Al preguntarle si entraría a esta carrera si el puntaje le da para ello, la señora Gladys dijo que “sería lindo, claro, porque pienso que nada es imposible, ahora me di cuenta de que nada es imposible, que uno no tiene límites”.
“Es un sueño, estoy feliz, feliz y orgullosa de mí misma como le digo, de ver que se puede, se puede; mi lema era, vamos que se puede, vamos que se puede”, dijo finalmente.
OTRA BELLA HISTORIA
La señora Gladys llegó a rendir la Paes a Angol junto a Paola Inostroza, quien contó a este medio que cuando niña no estudió ningún curso, y que hace 10 años, cuando nació su hijo, comenzó a estudiar y terminó toda la básica y media en la educación de adultos en Purén. Paola agregó que rindió la Paes porque quiere estudiar para ser educadora de párvulos.